Entre la alegría de vivir aprendiendo a no sufrir, esta la nostalgia de nunca haber sentido el verdadero amor...
Esta el recuerdo del regalo mas divino, la vida en la sima de la realidad y la eternidad en el limite de lo absoluto...
La promesa de regresar antes de que el día termine y la ilusión de por siempre esperar...
Entre la fuerza del corazón y la sutileza de la piel, están los cuerpos que se funden al deseo...
Entre ellos y aquellos, esta lo bendito del amor puro y esta el delito de los amores fugaces...
Vive la gloria en plena nostalgia, y en la nostalgia las lagrimas de la consciencia que ahogan las alegrías y las ve agonizar en la orilla del olvido...
Esta el recuerdo de lo que pareció y nunca debió, de aquello que tuvo quedar en el claustro y nunca anhelar la realidad...
Conciencia que condenas los recuerdos y atormentas las alegrías, el corazón es el escudo y se niega a perder...
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